Into the wild.

Hacia rutas salvajes. Partiendo hacia una revolución espiritual, en un bus mágico - es el tercero que veo en mi vida, aunque vi uno solo en vivo - y aunque un poquito desvirtuada la situación respecto con aquella revolución que John Lennon inició desde su cama, la película Into the wild también la encaré así. Yo creía que era por una cuestión feng shui de ubicación de muebles en la que no me queda otra que ver la televisión desde la cama o en su defecto comprarme una silla como la gente. En fin. No era sólo por eso. En fin.

Experimenté ver el trailer después de ver la película y aunque no fue premeditado el asunto, agradezco al destino peliculezco, que tiene mucho de mi hermana, por haberme hecho toparme con esta historia, y de esta manera que pasó.

Podría dar típicos datos de facto que arruinarían por completo la aventura. Así que lo que puedo rescatar de mi memoria desvelada y desordenada, es aquello que no tuve que volver a consultar porque quedó incrustado de prima; algo así como que la felicidad sólo es real cuando es compartida. Y aunque soy un hombre de postales, no soy un hombre de frases hechas - en el sentido más fotoshop del verbo hacer - y otra vez, quizás las palabras en celeste sean una de las cosas que aunque intente justificar, sería en vano porque a veces uno entiende empiricamente después, como aquellos que necesitan ver. El hombre y sus circunstancias. A veces yo también necesito ver, como mecanismo de memoria visual, y no creo que esté mal. Ver para creer pero sin ser escéptico. Eso puede andar.

Ahora, si creen en ese primer revalorizar, porque hay tantos en esta incursión de Sean Penn como director, igual veánla, por los paisajes, por una gran idea entendida como esas que plantea Brecht. Porque es un planteo mixtura entre la Ley de los tres estados de Comte y el amor a la naturaleza de Thoreau. Porque no es un tema solamente de revalorizar, sino de renacer para poder entender la sopa de letras que tenemos en frente y sale todos los días en el diario, y acaso quien sino nosotros mismos compramos el diario? Pienso en esa actitud de apatarse para ver desde otro ángulo, para intentar captar lo que a simple vista no se ve y recuerdo a los alumnos en La sociedad de los poetas muertos, parados en los bancos con cara de desconcierto. Pienso que el desconcierto generacional es porque tenemos malos hábitos muchas veces, costumbres argentinas de decir.. Pero lo más importante, llego a la conclusión de que mientras un estudiante se deshace del dinero destinado a sus estudios, para irse a rutear a Alaska, no solo se toma un tiempo fuera de casa en el que logrará mirarse para adentro en una actitud muy canción de Pequeña Orquesta Reincidentes, sino que provocará la introspección de sus pares que ahora no saben donde está. El hombre lo hizo. Hasta llegó a sortear el hambre para distraerse para concentrarse para dejarnos lo mejor de si.

Es la gente que conocemos en el camino. No sé que quiero decir con eso, pero algún día voy a desarrollar esa idea surgida a partir de actores con caras curtidas por los arañazos de la vida. Mientras tanto hago una mención especial al soundtrack con canciones de Eddie Veder, absolutamente hermoso. Si no tuviese la referencia de Alaska, me hubiese sonado a lo que es de todas formas. Afirmación suficientemente provocadora para que Hume venga y me cuente sobre el reloj que aparece en la isla y el tema de la experimentación que tantas veces me hizo perder. Volviendo al Sr. Veder. Otro que lo hizo. Hasta llegó a hacerme pensar a la misma velocidad con la que conocía la letra por primera vez.

Le digo si a los textos en películas puestos por tipos leídos. Esos hacen los mejores mapas. Yo? Soy un cartógrafo de plastilina, pero trato, aunque por suerte, que también tiene mucho de mi hermana, esta pelíula ayudó.

Que es que una cosa te lleve a la otra? Saben lo que es; no estoy seguro pero creo que es, que todos los rios tengan alfuentes y a su vez esos afluentes sean el curso principal de otros. Es que para hablar de eso que pasó en 1992 se haya elegido citar esto: "For a moment she re-discovered the purpose of her life. She was here in earth to grasp the meaning of its wild enchantment and call each thing by its right name." ("Por un momento ella re-descubrió el propósito de su vida. Ella estaba acá en la tierra para captar el sentido de su encanto salvaje y llamar a cada cosa por su nombre correcto.") y ahora voy a tener que leer Dr. Zhivago de Boris Pasternak, no sin antes agradecer a mi hermana. Gracias guapa, más guapa que gitana de las plazas, que también sos vos.

Esta es la página principal pero para que la vean después de la película, aunque fiel a Cortázar y su Rayuela, debería dejar que tomen el camino que quieran. El tercero que lo hizo, pero no voy a agregar nada más porque se hace largo; http://www.intothewild.com