para dormir (pero es temprano) ::foto de manu::

jueves, 20 de noviembre de 2008

Alguna vez oiste la historia del espantapájaros?

Una ruta. Arrancamos bien. En eso tuve una reminiscencia a una película que vi hace tiempo ya, que protagonizaba River Phoenix y se llama My Own Private Idaho, así que de paso aprovecho para recomendarla mientras acoto que Phoenix hubiese sido un gran actor.
Volvamos a la ruta de hoy. Pasan unos minutos de ruta que parecen durar más de lo que en realidad duran y otros cinco minutos de ruta con personajes que no hablan, entonces me pongo un poco impaciente, pero siempre con el respeto que me merecen los caminos de la vida (dubitativo con lo de "no son lo que yo esperaba", por la película digo). Con mentalidad de comentarista de fútbol me digo; "Todavía no se armó el partido", pero sé que no me va a defraudar.
Cómo lo sé? Lo sé porque cuando vi la tapa en el videoclub puse cara de saco-esta: Scarecrow (Espantapájaro), película de 1973 , por lo pronto la aparto del estante para leer la parte de atrás - acá hay dos clases de personas en los videos según he notado, las que leen el argumento en la contratapa y las que interrumpen constantemente al cinéfilo detrás del mostrador con un "Che y esta que tal es? Está buena?", actitud que considero que favorece al intercambio de opinión y la visión de expertos en cine, pero que a veces cae en abuso - resulta que son dos protagonistas y uno es Al Pacino jovencito (marinero), acompañando a Gene Hackman (ex convicto). Qué más querés papá?
La relación se da cuando ambos se cruzan ambigua y auspiciosamente en la ruta haciendo dedo y otras formas de llamar la atención. Abruptamente como una amistad a primera vista, de la que sus protagonistas no son concientes, se convierten en socios, tras la propuesta de Max (Hackman) de poner un lavadero de autos en Pittsburgh. Francis Lionel "Lion" Delbuchi (Pacino) acepta de una, pero los dos tienen importantes cuentas pendientes que resolver.
Se viene la cadencia del asunto, para lo que voy a tener que ahondar sobre los tangos que se debe cada uno de ellos. De ustedes depende que sea una cadenacia perfecta (que termine), o que sea una cadencia interumpida (que sugiera tomar algún camino), y también depende la asocación que puedan hacer, que en definitiva creo es lo que hará decidir si enamorarse de esta historia y compartir las miserias de estos personajes.
Max tiene que ir a visitar a su hermana, que vive con una amiga.
Francs Lionel "Lion" Delbuchi quiere ir a conocer a su hijo, y carga con un misterioso paquete de cumpleaños con un moño rojo.
Pero hay más! Aprendí una interesante y loca explicación acerca de los espantapájaros, capaz de conmover a un tipo duro que duerme con un zapato abajo de la almohada y no confía en nadie, ni quiere a nadie según él.
No he visto ninguna otra película de Jerry Schatzberg - no que lo sepa al menos - pero sin duda esta es un puntapie para indagar más acerca de este director porque logró exponer a la perfección las personalidades de dos hombres que por momentos también me hicieron recordar a James M. Barrie en el caso de Francis Lionel "Lion" Delbuchi - si, lo tengo que decir, amé que se llame así recontra tano mafioso con cara de buen hombre incapaz de cometer un delito - y al hombre del Tema del hombre solo de Jaime Roos en el caso de Max.
Ustedes creen que la corneja le tiene miedo al espantapájaros?

Los dejo con una escena muy graciosa y cortita en la que Max planea robar un accesorio pero entenderá que tiene por socio a un cómplice un poco novato de buen corazón.
http://www.youtube.com/watch?v=jOUvxSVckmY&feature=related

viernes, 14 de noviembre de 2008

Quién te detiene?

Me importa un carajo el rancho! (Lo que en realidad importa es ella.)
Encontré una película, una joyita, un porotito más para Martin Scorsese. Se llama Alice doesn't live here anymore (Alicia ya no vive aquí), es del año 1974 y la protagoniza Ellen Burstyn. En realidad hay más personajes, algunos con más protagonismo que otros, que seguramente si hiciese una caracterización profunda habría mucho para decir de cada uno.
Una de las cosas que más me llamó la atención fue cuando Ellen contó que la Warner Bros quería a toda costa tenerla para un papel en alguna película, entonces empezaron a mandarle guiones, pero ninguno la convencía, hasta que un día llegó uno de Robert Getchell. Lo leyó y se dio cuenta que había una historia interesante que no sólo hablaba de la mujer y su rol en esa época, sino que también la identificaba con una experiencia personal.
Lo importante era contar desde el punto de vista de la mujer y sin perderlo en ningún momento, el paso desde aquella señora que solía servir a su marido, siendo luego una mujer independiente intentando sobrevivir con todo lo que eso conlleva y dándose la segunda oportunidad que siempre se mereció.
Así que pidió referencias de un director jóven que pudiera encarar el proyecto y dieron con Marty. La decisión de que él ocupase el puesto se dio tras una pregunta de Ellen, quien le comenta haber visto un trabajo suyo, que le había gustado mucho pero que solamente le permitía apreciar como interpretaba el mundo de los hombres. Así que le pregunta: "Qué sabés de las mujeres?", y Scorsese responde: "No sé sobre las mujeres, pero me gustaría aprender".
Y no se equivocaron porque Martin logró una gran película, con un humor particular y sobre todo supo transmitir la idea de personas comunes y corrientes, que en los momentos en que viven historias de amor lo hacen lejos de la banquina de la cursilería.

Quiero compartir una escena que me gustó mucho y me emocionó también, quizás porque me gusta el lugar, porque el ambiente - insisto con el ambiente porque creo que realmente hace a un momento - es especial. Se creó un clima intenso pero distendido, muy dulce además. Pero bueno, voy al grano una vez en la vida!
Resulta que ella es cantante, entonces le está contando historias de pequeña con su hermano, pero actuando y todo, gesticulando, no es contar por contar, y él la mira sentado mesa de por medio.
En los extras del dvd, Kris Kristofferson, el actor que hacía de David, habla sobre esa escena;
"It felt to me if you were to describe David's character in the whole thing compared to the other men in her life, he was her rock.
And that's the way I played it. Like that scene in the kitchen where she's performing for him and telling these old stories. And he's just looking at her and he's absolutley charmed by this creature who's unlike anything in his expirience, you know?
(parte de diálogo de esa parte)
- Then they would laugh again, so we'd do it on the other side, right?
- That's a hell of an act.

En un intento de traducción sería algo así como;
"Sentí que si tuviese que describir el personaje de David en general, comparado con otros hombres en su vida, él era su rock (no sé bien cual es la expresión pero sería algo así como que le movía el piso de verdad, igualmente no queda mal ser el rockanroll de alguien, que más lindo que eso?!).
Y esa es la forma en que lo protagonicé. Como esa escena en la cocina cuando ella está actuando para él y contándole esas viejas historias. Y él simplemente la mira y está absolutamente encantado por esta criatura que es totalmente diferente a cualquier experiencia suya.
- Después se reían otra vez, entonces hacíamos lo mismo pero del otro lado. (Ella está contando, muy concentrada, que con su hermano hacían reir a la gente)
- Eso si que es una actuación infernal (Él remata en una actitud muy entre embobado y a la vez prestando más atención de la que posibilemente pueda tener un hombre.)


Es que no sé explicarlo, es como cuando ves una mujer y te encanta, te está contando algo y no podés dejar de mirar y pensar mil cosas para adentro, pero no pensás en calentura, pensás que es la mujer de tu vida, que ahora te está contando algo íntimo y más profundo de lo que parece y que con esa persona podés divertirte y la próxima vez te gustaría comer fideos los dos en pijama y por ahí un día una tormenta ataca el rancho y ella te ayude a alambrar los límites de ese pequeñito en imenso mundo. Es la encanranción de la ternura, es una mirada cargada de amor sureño, simple, curtida por la vida pero con ganas de vivir y no sé que más decir porque da esa sensación de que no cabe en el alma.


domingo, 9 de noviembre de 2008

El ascenso de un hombre

Desde siempre. Desde que era adolescente me encantaba Michael Stipe, quien llegó a mí gracias a mi hermana que por entonces escuchaba REM. Y lo escuché antes de verle la cara, esa cara pintada que cuando la conocí me dio la razón de estar frente a un paladín. Pintarse la cara no se que significará, ni para Kiss, ni para Stipe, pero a mí siempre me gustó, porque lo asocio con el carnaval y el barrio, con el personaje que no por pensado, deja de ser humilde y eso está buenísimo. Tendrá que ver con un instinto interior, con un cuidado íntimo personal a la manera más propia, frente a los demás, con brindar lo mejor, como lo hace Michael.
La vibra melancólica de algunas de sus letras, y por otro lado los bailes arriba del escenario, el arte que lleva adentro y que muchas veces descree de si mismo, que hasta le hace falta escuchar un disco de Patti Smith en el 75, con quince años y después de vomitar, no recuerdo porque razón, puede entonces decidir que quiere dedicar su vida a una banda de música y seguro sin imaginar que un día llegaría a dos loquitos de la calle Huergo.
Cuando intento escribir sobre él me sale un "Las callecitas de Buenos Aires tienen ese que se yo...", porque Michael Stipe tiene ese que se yo... Y lo tiene desde siempre.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Sagrado para mí.

No tengo nada para decir, y lo estoy diciendo, y eso es poesía, tal como lo necesito. (I have nothing to say, and i am saying it, and that is poetry, just as i need it.) John Cage en hallazgo de Loli Molina, quien en algún momento tampoco tuvo nada para decir, pero hoy me va a ayudar un poquito en mi silencio.

Si: una ternura entre vestido y sombras y amigos
http://www.youtube.com/watch?v=4hm4mhrVA5E

Bailo: una simpleza hermosa como cuando Pablo Guerra dice "brum brum hace mi moto".
http://www.youtube.com/watch?v=FJZ1utp6Ygg&feature=related

No es la primera vez que digo que no tengo nada para decir, eso es porque debe ser verdad. Ah, puede ser, no?