para dormir (pero es temprano) ::foto de manu::

viernes, 25 de julio de 2008

In situ sobre ruedas.

El artista desenvaina el instrumento. Que en la mayoría de los casos es una guitarra - es lo que abunda en el río de La Plata - pero puede ser una armónica, una flauta, y por sobre todas las cosas la voz.

En Montevideo es muy común viajar en ómnibus (colectivo) y que durante el trayecto se suba alguien a cantar (también se suben personas a vender e incluso a actuar, una vez se subió un señor que escribía cuentos y me vendió uno que tendría que ir en otra entrada). Muchas veces incluso uno sabe que algunos cantores trabajan a ciertas horas y se toman en general las mismas líneas. No se porque pero cada vez que disfruto de uno de estos artistas, pienso en el tema, y he recopilado varias experiencias y observaciones.
Para empezar me he puesto a desvariar sobre este trabajo que existe hace tiempo ya y se que hay quienes lo hacen por necesidad, y quienes lo hacen por placer. Ahí viene la cuestión de pasar la gorra o no, creo, después de haberlo charlado con amigos, que si uno lo hace como experiencia - ciertamente lo es, teniendo en cuenta que el público que viaja en ómnibus no eligió escucharte y siempre está mirando para afuera, leyendo, usando el celular o en cualquier otra cosa llamada haciendo la suya - no se debería pedir "una colaboración" porque realmente es un trabajo en serio para muchas personas que si o si dependen de esa "ayudita sin comprometer a nadie". Quizás hay gente que lo hace por un tiempo y le resulta divertido, pero imagínense los que están hace siete años subiendo todos los dias a cantar contra viento y marea (acá sopla mucho y las olas se zarpan).
Es todo un tema. Está el mito de "no yo no quiero otro trabajo, si sos bueno sacás un toco al final del día", pero insisto no creo que la persona que lo viene haciendo rutinariamente por años, opine lo mismo. Además hay muchos que cantan siempre una y otra vez el mismo tema, y no me voy a meter porque el repertorio lo decide cada uno, solo pienso como algo propio, que si uno no canta por lo menos cinco canciones diferentes, se termina aburriendo a si mismo.
No sé que es lo que me atrapa, pero son las únicas personas a las que siempre les doy plata. También está el tema de los niños que piden y tengo teorías acerca de darles plata, que si bien es muy importante, no viene tan al caso y quedará para charlar en otro momento.

Vamos al ruedo. Las líneas que más me tomo son 116, 62, 76, 14, 104, pero es por momentos, el año pasado me tomaba mucho el 149, 128, y de vez en cuando uno se toma una que nada que ver a lo habitual, 121, 181,183. No importa eso. Solo mencionaba para apreciar que hay una cantidad de líneas y en todas me he cruzado con gente que sube a cantar.
Cantan de a dos, o de a uno la mayoría. Lo gracioso es que hay dos o tres que ya me los crucé varias veces. Y lo hermoso es que cantan como los dioses. No se los nombres, pero está el que canta música brasilera y una vez hizo Garota de Ipanema y otra vez hizo Te devoro de Djavan, este tiene mucha onda. Está uno de anteojos que canta muy al estilo Silvio Rodriguez y tiene una voz divina. Una vez subió uno que cantó el tema de El amor es más fuerte.
A todo esto se suelen cantar dos canciones, como si una fuese poco y no es poco, pero generalmente cuando cantan una sola y termina me quedo con esa cosita adentro de desolación de "ay ya se va, ya se terminó". Volviendo al inventario hay un señor bastante mayor que canta cual tenor impresionante, además lo hace a capella. Una noche me acuerdo que se subió un hombre que tocaba la flauta. Viajé con dos murgueros también, con una niña que cantaba, con un chico que tocaba la armónica y la destrozaba! Subieron dos o tres solistas con guitarra a cuestas, hay uno que siempre canta como para alegrarte un tema muy conocido que ahora no me acuerdo, y hay mucho de Alfredo Zitarrosa también, hay como tres versiones de Pal que se va: "no te olvides del pago si te vas pa la ciudá, cuanti más lejos te vayas más te tenes que acordar", y he escuchado unas cuantas zambitas también! Además tienen esa viveza criolla que los diferencia de los demás, no solo hay que cantar sino que esquivar a la gente que pasa para el fondo, hay que tocar mas fuerte a las horas de tránsito, no es fácil, pero lo hacen parecer más fácil de lo que es.

Por un lado puede ser una triste realidad y por otro lado no. Es único en el mundo esto. Sabemos de la cantidad de artistas que tienen sus inicios en los subtes y movidas así, pero esto tiene su particular toque uruguayo y termina por alegrarme el viaje.
Hay demasiado talento, tanto que pienso: cualquiera de estas personas podría estar grabando algo porque les sobran condiciones y sin embargo la posibilidad de disfrutarlos depende de encontrarnos en alguna otra vuelta. Que tiene su encanto también.

2 comentarios:

el winco verbal dijo...

amigazo.¿cuando lo escucharemos aUd. y a su guitarra en alguna entrada?

Natt.- dijo...

que genial esa gente..
si es cierto que muchos viven de esas ayuditas..eso es lo triste..que con tanto talento como tienen muchos dependan de eso..pero lo bueno es que salen a ofrecerlo..estaria bueno que la gente sepa aprovecharlo DISFRUTARLO i no tomarlo como una carga..como creo k muchos lo harán..i por eso la vista en la ventana..que hai de malo en el arte?? acaso eso no es un arte?
es musica..es letra. es voz. es transmitir..i permitir sentir ESO.
......
saludos!