para dormir (pero es temprano) ::foto de manu::

martes, 14 de octubre de 2008

Sabrá el cielo cuan miserable soy ahora.

"Rica mixtura de humor folk, drama y sexo", se estampa en un trailer la reseña de Cue Magazine.
La primera vez que tuve contacto con ese título fue comprando un cd de Counting Crows, que en realidad tiene un nombre findesemano pluralista ya que es; Saturday Night(s) and Sunday Morning(s), y hasta ahí no significaba más - aún así significaba mucho - que un gran cd de los californianos, con la pluma interior a la que Adam Duritz, quien supo estudiar literatura, nos tiene acostumbrados.
Una tarde pre primaveral, me encontraba leyendo una entrevista a Morrissey en la que le preguntaban a modo de afirmación, que él tenía una fascinación por las películas de los 60s. La respuesta acarreaba una idea de fondo acerca de como a partir de los años 60, y en contraste con la década anterior del 50, las películas ahora tenían diálogos más reales y no tan glamorosamente hollywoodianos. Entre otras cosas, mencionaba que lo hacían acordar a su infancia porque había vivido en muchas de esas circunstancias. Prometo que todo esto tiene un punto de derivación, porque el umbral dramático teatralero en pantalla gigante se dio con Saturday Night and Sunday Morning (Todo Comienza en Sábado, en español), según lo planteaba el ferviente admirador de grandes actores.
Otro cruce con esas palabras, y la cosa cambia un poco desde el momento en que decido ir al video por segunda vez - la primera me olvidé el título y los actores - a sacar la película. También contribuyó el hecho de que del setenta para atrás me intrigan mucho todas las películas y las disfruto con ese sabor que solo algo semejante al dulce de leche sabe dar. Bueno, la traigo a casa, en video y me recuerdo que la videocassettera no la voy a vender por nada del mundo, después la miro pachorreando en la cama. Ya me había llamado la atención el poster en escena de cama, pero de esas diferentes, a priori tierna por no leer la sinopsis y después normal. Si, normal. No sé que es normal porque no soy muy normal que digamos pero estudiando la palabra sin ninguna metodología Umberto Ecoiana (me suena a que todas terminan en iana), ni nada por el estilo, normal tiene una "r" que significa ni mal, ni bien. Podría ser nomal, pero en mis creencias, lo que hace Albert Finney en la película es nobien, aunque por momentos haga cosas lindas y como dicen en el parlamento resumiendo la personalidad del protagonista, que no comparto:
"Sabés cuál es el problema contigo? No sabés la diferencia entre bien y mal", "Quizás no la sepa, pero tampoco quiero que nadie me la enseñe."
Cuestión que las calles negras y los cielos grises con lluvia, me pueden. La moda sobretodo largo misterioso, pelo rebelde, frío caminante, me puede. Los diálogos reales y dramatismos no exagerados con aires de hoy, que reflejan una época que no viví, me pueden. Las fábricas y sus entretelones miserables, me pueden, me pueden hacer reflexionar y por eso me pueden. Los locales en extinción, bares de refugiados, risas logarítmicas en mesas de madera y cervezas de por medio, aunque no tomo, me pueden.
El lema Sábado de noche y Domingo de mañana, me puede. Las actitudes "pseudo" enmarañadas que tampoco otra vez comparto, me pueden. La poesía en blanco y negro y las miradas al horizonte o a los ojos en el mayor de los desvíos, me pueden. Por eso esta película me pudo. Y si sirve de empujón a Morrissey también: "I can't describe the poetry that film has for me, especially that of Albert Finney in the Arthur Seaton role." (No puedo describir la poesía que esa película tiene para mí, especialmente la de Albert Finney en el papel de Arhtur Seaton).

3 comentarios:

JLL dijo...

¿A qué videoclub vas Rambla? En el mío no se consiguen estas películas de los 60...

el winco verbal dijo...

la voy a ver.

Anónimo dijo...

dire nos viene a ayudar mañana? vaya reservando sus sabados de ahora en mas se lo precisa mas seguido
que paciencia señor!!